La discusión de cómo se presentarán en las megaelecciones de 2012 es un asunto que dentro de la oposición ha generado nuevas polémicas.
Lograr que todas las organizaciones políticas se enfrenten con un único símbolo a la tarjeta del PSUV es el dilema una vez más.
Es el debate que muchos esquivan en lo público, pero que en lo privado todos comentan. La discusión de cómo se presentarán en las megaelecciones de 2012 es un asunto que dentro de la oposición ha generado nuevas polémicasCopei ya lo asomó. El MAS lo secundó. Voluntad Popular lo mantiene. Aunque las organizaciones políticas más grandes aún se resistan a la idea, es un hecho que la propuesta gana cada vez más afectos.Otras toldas como UNT y PJ alegan además que la democracia exige que los partidos políticos se fortalezcan en los comicios. Hay que contarse electoralmente para garantizar su participación en futuros eventos.
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Las cartas ya están echadas y la discusión apenas se calienta. Junto al tema de las primarias, éste seguirá siendo el tema de debate por un buen rato, al menos hasta que la MUD oficialice método y reglamento. Por lo pronto, algunos analistas empiezan a hacer las lecturas de la situación. El politólogo Sergio Graffe, por ejemplo, le ve más ventajas que desventajas: "Se le daría un mensaje contundente y definitivo al país de que se está dispuesto a sacrificar cualquier interés partidista en función del beneficio general de la nación. Además que no habría la guerra posterior de determinar cuál partido sacó más votos para asignarle más cargos públicos".
Como cuando Pinochet
Los partidos de oposición que esta vez apoyan la idea de la tarjeta única para derrotar al presidente Chávez, buscan emular lo que sucedió en Chile a través del movimiento Concertación de Partidos por la Democracia, con el que se derrocó la dictadura de Augusto Pinochet. Pasó a la historia como la coalición de partidos políticos de centroizquierda que gobernó Chile desde el 11 de marzo de 1990 hasta el 11 de marzo de 2010, siendo actualmente el principal referente opositor al gobierno derechista de Sebastián Piñera. Su símbolo, el arco iris, representa la variedad de proyectos e intereses que confluyen en la coalición.
Lograr que todas las organizaciones políticas se enfrenten con un único símbolo a la tarjeta del PSUV es el dilema una vez más.
Para unos, la cuestión es abandonar "convencionalismos electorales". Para otros, no hay que inventar, sino seguir abonando el terrero que recientemente les permitió meterse en el chaleco a 52 por ciento de los electores.
La tarjeta única se lleva otra vez a la Mesa de la Unidad Democrática (MUD). Hace unos meses la discusión fue similar. Organizaciones como la naciente Voluntad Popular, de Leopoldo López, exigía que la oposición se uniera en una sola fórmula en el tarjetón de las parlamentarias de septiembre de 2010.
La propuesta no pasó de ser una querella que jugó en su momento a la división de la MUD. "La tarjeta única no se usó esta vez porque una vez analizada, los partidos consideraron que tenían más riesgos que ventajas. Es difícil asegurar que hubiéramos obtenido más votos de haberla utilizado. Los votos nulos representan, aproximadamente, un 2,7 por ciento del total. Pero nunca está de más estudiar todas las posibilidades", dijo en octubre el coordinador de la mesa, Ramón Guillermo Aveledo.
Esta vez, de cara a una elección presidencial, la proposición vuelve a exhibirse, ahora no como la representación de un grupo de candidatos, sino como la fórmula para presentar el nombre capaz de derrotar a Hugo Chávez.
En las elecciones parlamentarias se justificaba que las organizaciones políticas se presentaran con sus colores. Pero en el caso del candidato único de la alternativa democrática, que será seleccionado mediante elecciones primarias, el uso de una tarjeta única en nada desfavorece a los partidos políticos, más bien permite demostrarle a la nación que la unidad no es un mero recurso retórico", lo señalaba un reciente editorial del portal Analítica.com.
Arrancó el debate
"Proponemos que sólo para esta elección los partidos nos olvidemos de las tarjetas y tengamos una tarjeta única que permita ampliar lo que llamamos como frente democrático e incorporar incluso a aquellos que no comulgan con los partidos", expresó a propósito del 65to. aniversario de su partido, el presidente de Copei, Roberto Enríquez, quien poco después fue secundado por la dirigencia del MAS: "Solicitamos una unidad nacional, no de carácter electoral sino una unidad de carácter político, a fin de lograr el consenso para obtener una tarjeta única de todos los factores de oposición, con miras a las elecciones presidenciales del año 2012, que represente a los empresarios, los jóvenes, el movimiento estudiantil, las organizaciones no gubernamentales y la sociedad civil".
Por su parte, la organización que recientemente se convirtió en partido de cara al 2012, Voluntad Popular, sigue insistiendo en su propuesta de Todos Unidos. "La tarjeta única representa la posibilidad de consolidar un esfuerzo político, además de que facilita la votación para que no hayan confusiones, sobre todo en estos momentos donde el país se debate entre una opción democrática y un proyecto dictatorial", expresó el coordinador político de la tolda naranja, Luis Florido, para quien el respaldo de otros partidos como Copei, representa "un proceso de madurez, una toma de conciencia" dentro de la oposición.
En contra
Pese a que la propuesta ha venido ganando partidarios, sigue teniendo más detractores. Los más radicales son los militantes de Acción Democrática (AD). El principal crítico es su secretario general, Henry Ramos Allup. Recientemente en su cuenta twitter @hramosallup lo dejó claro: "Tema tarjeta única inoportuno, improcedente, innecesario e inútil. No creo que ayude ni al partido que lo propone. Igual que las parlamentarias. Cada partido lleva su tarjeta y todos apoyamos el mismo candidato. Esa es la verdadera unidad".
La tolda blanca se resiste a presentarse con una sola tarjeta, porque con eso, según sus argumentos, estarían emulando al partido de Gobierno.
Así también lo ratifica el jefe de la fracción de AD en la Asamblea Nacional, Édgar Zambrano, quien sostiene que para las presidenciales la oposición no puede inventar: "Eso sería ir en contra de un proceso que nos ha dado resultados. La alianza perfecta es un mecanismo que vamos a seguir respaldando".
A juicio del parlamentario, la propuesta de "esconder" tarjetas sólo la respaldan "partidos que no quieren contarse, algunos partidos que no tienen crecimiento en el país y que no tienen militancia".
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Las cartas ya están echadas y la discusión apenas se calienta. Junto al tema de las primarias, éste seguirá siendo el tema de debate por un buen rato, al menos hasta que la MUD oficialice método y reglamento. Por lo pronto, algunos analistas empiezan a hacer las lecturas de la situación. El politólogo Sergio Graffe, por ejemplo, le ve más ventajas que desventajas: "Se le daría un mensaje contundente y definitivo al país de que se está dispuesto a sacrificar cualquier interés partidista en función del beneficio general de la nación. Además que no habría la guerra posterior de determinar cuál partido sacó más votos para asignarle más cargos públicos".
Como cuando Pinochet
Los partidos de oposición que esta vez apoyan la idea de la tarjeta única para derrotar al presidente Chávez, buscan emular lo que sucedió en Chile a través del movimiento Concertación de Partidos por la Democracia, con el que se derrocó la dictadura de Augusto Pinochet. Pasó a la historia como la coalición de partidos políticos de centroizquierda que gobernó Chile desde el 11 de marzo de 1990 hasta el 11 de marzo de 2010, siendo actualmente el principal referente opositor al gobierno derechista de Sebastián Piñera. Su símbolo, el arco iris, representa la variedad de proyectos e intereses que confluyen en la coalición.
Lograr que todas las organizaciones políticas se enfrenten con un único símbolo a la tarjeta del PSUV es el dilema una vez más.
Para unos, la cuestión es abandonar "convencionalismos electorales". Para otros, no hay que inventar, sino seguir abonando el terrero que recientemente les permitió meterse en el chaleco a 52 por ciento de los electores.
La tarjeta única se lleva otra vez a la Mesa de la Unidad Democrática (MUD). Hace unos meses la discusión fue similar. Organizaciones como la naciente Voluntad Popular, de Leopoldo López, exigía que la oposición se uniera en una sola fórmula en el tarjetón de las parlamentarias de septiembre de 2010.
La propuesta no pasó de ser una querella que jugó en su momento a la división de la MUD. "La tarjeta única no se usó esta vez porque una vez analizada, los partidos consideraron que tenían más riesgos que ventajas. Es difícil asegurar que hubiéramos obtenido más votos de haberla utilizado. Los votos nulos representan, aproximadamente, un 2,7 por ciento del total. Pero nunca está de más estudiar todas las posibilidades", dijo en octubre el coordinador de la mesa, Ramón Guillermo Aveledo.
Esta vez, de cara a una elección presidencial, la proposición vuelve a exhibirse, ahora no como la representación de un grupo de candidatos, sino como la fórmula para presentar el nombre capaz de derrotar a Hugo Chávez.
En las elecciones parlamentarias se justificaba que las organizaciones políticas se presentaran con sus colores. Pero en el caso del candidato único de la alternativa democrática, que será seleccionado mediante elecciones primarias, el uso de una tarjeta única en nada desfavorece a los partidos políticos, más bien permite demostrarle a la nación que la unidad no es un mero recurso retórico", lo señalaba un reciente editorial del portal Analítica.com.
Arrancó el debate
"Proponemos que sólo para esta elección los partidos nos olvidemos de las tarjetas y tengamos una tarjeta única que permita ampliar lo que llamamos como frente democrático e incorporar incluso a aquellos que no comulgan con los partidos", expresó a propósito del 65to. aniversario de su partido, el presidente de Copei, Roberto Enríquez, quien poco después fue secundado por la dirigencia del MAS: "Solicitamos una unidad nacional, no de carácter electoral sino una unidad de carácter político, a fin de lograr el consenso para obtener una tarjeta única de todos los factores de oposición, con miras a las elecciones presidenciales del año 2012, que represente a los empresarios, los jóvenes, el movimiento estudiantil, las organizaciones no gubernamentales y la sociedad civil".
Por su parte, la organización que recientemente se convirtió en partido de cara al 2012, Voluntad Popular, sigue insistiendo en su propuesta de Todos Unidos. "La tarjeta única representa la posibilidad de consolidar un esfuerzo político, además de que facilita la votación para que no hayan confusiones, sobre todo en estos momentos donde el país se debate entre una opción democrática y un proyecto dictatorial", expresó el coordinador político de la tolda naranja, Luis Florido, para quien el respaldo de otros partidos como Copei, representa "un proceso de madurez, una toma de conciencia" dentro de la oposición.
En contra
Pese a que la propuesta ha venido ganando partidarios, sigue teniendo más detractores. Los más radicales son los militantes de Acción Democrática (AD). El principal crítico es su secretario general, Henry Ramos Allup. Recientemente en su cuenta twitter @hramosallup lo dejó claro: "Tema tarjeta única inoportuno, improcedente, innecesario e inútil. No creo que ayude ni al partido que lo propone. Igual que las parlamentarias. Cada partido lleva su tarjeta y todos apoyamos el mismo candidato. Esa es la verdadera unidad".
La tolda blanca se resiste a presentarse con una sola tarjeta, porque con eso, según sus argumentos, estarían emulando al partido de Gobierno.
Así también lo ratifica el jefe de la fracción de AD en la Asamblea Nacional, Édgar Zambrano, quien sostiene que para las presidenciales la oposición no puede inventar: "Eso sería ir en contra de un proceso que nos ha dado resultados. La alianza perfecta es un mecanismo que vamos a seguir respaldando".
A juicio del parlamentario, la propuesta de "esconder" tarjetas sólo la respaldan "partidos que no quieren contarse, algunos partidos que no tienen crecimiento en el país y que no tienen militancia".
FUENTE: La Verdad - Nailibeth Parra Carvajal - Maracaibo - 02/02/2011 00:00 02
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