Padre jesuita Luis Ugalde: La violencia quita puntos

Por Nailibeth Parra Carvajal - nparra@laverdad.com

El padre jesuita Luis Ugalde estuvo en La Verdad y deseó que la enfermedad del presidente Chávez le ayude a reflexionar. El exrector de la UCAB aseguró que el país no quiere más violencia.

 Este Gobierno lo llamó golpista, comunista, le prometió 40 años de cárcel y le lanzó “gas del bueno”. Luis Ugalde, sacerdote jesuita y exrector de la Universidad Católica Andrés Bello (UCAB), sigue sin medirse en sus críticas al gobierno del presidente Hugo Chávez. Aseguró que la violencia política de los últimos días entre oficialismo y oposición le resta puntos al primer mandatario, quien a su juicio utiliza la religión con fines políticos.

En visita a La Verdad promocionó el libro Educación para transformar el país, un compendio que en coautoría con un grupo de investigadores y docentes venezolanos hace una propuesta al sistema educativo nacional. A su juicio, en el país “hace falta una especie de revolución cultural, en la que todos los venezolanos estén convencidos que la gran palanca para transformar el país está en la educación”.

En eso coincide con Henrique Capriles Radonski, candidato presidencial de la oposición, a quien le propone más agenda social y menos debate ideológico. “El venezolano está obstinado de la violencia del Gobierno y de la oposición”.

- En estos momentos el movimiento estudiantil nacional vuelve a activarse, se encadenan en el CNE y prometen restearse para el 7 de octubre ¿Cómo evalúa el comportamiento de estos muchachos?

- El movimiento estudiantil tuvo un comportamiento brillante desde 2007. Después hubo como un bache, pero enseguida aparecieron figuras increíbles. Hay talento y se han ido renovados. Se han agigantando de manera impresionante. Los de Voto Joven se están organizando bastante bien. A mi lo que más me impresiona es que los jóvenes ahora se gradúan y en lugar de pensar en salir del país, quieren hacer servicio público. La esperanza del país está en que los jóvenes, que están descubriendo la importancia de asumir lo público, hay una conciencia muy grande. Son contagiosos, tengo en ellos mucha esperanza.

- ¿Pero cree que Venezuela sigue necesitando que los jóvenes sean los protagonistas políticos?

- Creo que Venezuela ahora más que nunca necesita que todos seamos protagonistas. Los estudiantes han ayudado como ayudaron en aquel momento para que no se cambiara la Constitución. El muchacho tiene una credibilidad moral y política que muchas veces los políticos no la tienen. Creo que de aquí a octubre habrán muchas exigencias, para lograr que lo que ocurra ese mes sea realmente democrático.

- ¿En un escenario tan polarizado como el de ahora, cómo ve la campaña electoral para las presidenciales?

- Creo que actos como los que sucedieron en Cotiza en contra de Henrique Capriles Radonski tal como está el ánimo ahora en Venezuela, perjudica enormemente al Gobierno. Cuando la gente está en la cola para votar todo el mundo se porta como si estuviera en la iglesia, sabe que el de adelante piensa distinto a él, pero hay una cultura en Venezuela que es un derecho que tiene a votar. Por eso es que gente del Gobierno ahora le da la vuelta, y le echa la culpa a la oposición de ser los violentos, porque saben que los venezolanos no quieren violencia, ese es el mejor remedio para que no ocurra, cuando se dan cuenta que por cada acto de esos que hagan pierden cinco puntos, dan la orden que no lo hagan más.

- Pero al Gobierno al parecer le funciona la radicalización porque la sigue utilizando…

- Sí, pero es que usted recuerda el caso del 23 de Enero y de los niños, son gobiernistas pero enseguida hicieron lo posible por desmentir porque eso les quita puntos. El venezolano está obstinado de la violencia del Gobierno y de la oposición, no quiere violencia, porque todos los días se está jugando la vida. 

- ¿Cómo hacer entonces una campaña en Venezuela?

- Hay que tener la prudencia necesaria. Yo fui una vez con los estudiantes y autoridades universitarias con una carta contra la Ley de Universidades para que no la aprobaran, y nos echaron bombas lacrimógenas. Lo importante es que el país le haga sentir que a los dirigentes no los asustan, que ellos seguirán su agenda, y que el país repudia la violencia. 

- ¿Cómo cree que va a influir el resultado de las primarias en el 7 de octubre?

- Influirán y mucho. Las primarias han superado hasta al menos optimista, primero en el número de votantes, segundo la oposición llegó unida hasta el final, eso no se vio ni en Acción Democrática cuando se dividió, no ocurrió en el MAS, ni en Copei cuando Oswaldo Álvarez Paz y Eduardo Fernández, y ahora ocurre con una enorme variedad, estuvieron en el acto de proclamación, se abrazaron y están en el mismo comando. El país está consiente que lo que nos estamos jugando no es una elección entre García y Ferrer. No, no, no, nos estamos jugando el futuro del país y de la democracia. 

- ¿Cómo se mira el futuro en materia política en Venezuela?

- Hay dos modelos, el cubano y el venezolano. En Cub a hay un solo partido, una sola empresa, un solo periódico y una sola escuela, todos tienen que pensar de la forma como piense el caudillo. Ese es un horizonte que nos han dicho que es el paraíso. Ese es un modelo dictatorial, que en el marxismo se llama dictadura del proletariado. Evidentemente la Constitución en Venezuela no defiende eso, por eso fue que se quiso cambiarla, y fue la que los venezolanos se negaron a aprobar. La vigente está ahí y es democrática. La elección de octubre va en esa dirección. Es muy importante que ese día el país diga que quiere democracia. Por otro lado hay que considerar que el actual régimen tuvo una virtud, desde mi punto de vista, que puso a los pobres en el centro del debate nacional, y la oposición tienen que decir que los pobres no pueden volver a sus casas vacíos.

CONTINUAR LEYENDO

FUENTE: laverdad.com