Tras una década de gobiernos de izquierda, América Latina sigue siendo profundamente desigual y sus países no encuentran salidas a la pobreza de millones, dijo este martes el dirigente Teodoro Petkoff durante un foro sobre la democracia en la región.
"Nuestro continente sigue siendo el más desigual del mundo y el tema de la pobreza sigue poniendo en juego la suerte de la democracia" en la región, señaló en el foro realizado en la capital mexicana el economista y ex candidato presidencial venezolano, que fue líder guerrillero en su país en los años sesenta.
Petkoff, sin embargo, reconoció que la consolidación de la democracia permitió llegar al poder a nuevos actores "que antes estaban condenados a ser una eterna oposición", y que han impuesto una clara orientación por lo social, aunque al mismo tiempo se preocupan más por mantener el poder.
"Parece que han desatado una competencia por mantener a sus partidos en el poder y para enfrentar al poderío de grupos privados, hacen un uso obsceno de recursos públicos, de la logística oficial, que desborda el límite de lo tolerable", señaló en el foro convocado por la Organización de Estados Americanos y el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (Pnud).
Petkoff, señaló que la imposición de una agenda social en América Latina ha partido claramente de Brasil, donde un gobierno de izquierda "ha puesto en marcha una profunda agenda donde lo social adquiere una absoluta centralidad", aunque sin embargo sigue siendo una de las sociedades más desiguales del mundo.
El gobierno brasileño defiende que ha reducido en 9% la desigualdad medida por el coeficiente de Gini -- que mide la distribución de la riqueza, y donde el 0 representa el mayor nivel de igualdad--, que es de 0,51, inferior al de varios países africanos como Argelia, Egipto o Burkina Fasso.
La inequidad constituye, según Petkoff, una lacra para la democracia. "Nuestra democracia está carcomida por una situación social, los niveles de desigualdad social y de miseria de millones de latinoamericanos, que hace que la aparente gobernabilidad y estabilización se mantengan bajo amenaza de conmoción", apuntó.
"Nuestro continente sigue siendo el más desigual del mundo y el tema de la pobreza sigue poniendo en juego la suerte de la democracia" en la región, señaló en el foro realizado en la capital mexicana el economista y ex candidato presidencial venezolano, que fue líder guerrillero en su país en los años sesenta.
Petkoff, sin embargo, reconoció que la consolidación de la democracia permitió llegar al poder a nuevos actores "que antes estaban condenados a ser una eterna oposición", y que han impuesto una clara orientación por lo social, aunque al mismo tiempo se preocupan más por mantener el poder.
"Parece que han desatado una competencia por mantener a sus partidos en el poder y para enfrentar al poderío de grupos privados, hacen un uso obsceno de recursos públicos, de la logística oficial, que desborda el límite de lo tolerable", señaló en el foro convocado por la Organización de Estados Americanos y el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (Pnud).
Petkoff, señaló que la imposición de una agenda social en América Latina ha partido claramente de Brasil, donde un gobierno de izquierda "ha puesto en marcha una profunda agenda donde lo social adquiere una absoluta centralidad", aunque sin embargo sigue siendo una de las sociedades más desiguales del mundo.
El gobierno brasileño defiende que ha reducido en 9% la desigualdad medida por el coeficiente de Gini -- que mide la distribución de la riqueza, y donde el 0 representa el mayor nivel de igualdad--, que es de 0,51, inferior al de varios países africanos como Argelia, Egipto o Burkina Fasso.
La inequidad constituye, según Petkoff, una lacra para la democracia. "Nuestra democracia está carcomida por una situación social, los niveles de desigualdad social y de miseria de millones de latinoamericanos, que hace que la aparente gobernabilidad y estabilización se mantengan bajo amenaza de conmoción", apuntó.
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